El primer sueño de Dios se rompió con el pecado de Adán y Eva, que la liturgia nos presenta en la Primera Ojeada: delante el sueño de Dios, el hombre y la mujer tienen siempre la decisión de opinar “no”. 1. Mientras estas palabras del saludo del Ángel resuenan https://johno728mds4.qodsblog.com/profile